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Osakidetza busca el foco de la enfermedad mientras tres de los afectados continúan hospitalizados

El Departamento vasco de Salud ha activado el protocolo sobre legionelosis tras confirmar que cinco personas están afectadas por esta bacteria en Vitoria. Tres de ellas permanecen todavía hospitalizadas aunque su evolución es favorable. El área que dirige Jon Darpon busca desde hace días el foco de estos casos y ya ha trasladado toda la información disponible hasta ahora al resto de instituciones para adoptar las correspondientes medidas de seguridad y prevención.

Los afectados son dos mujeres y tres hombres con edades comprendidas entre los 30 y 84 años que notaron los primeros síntomas en enero -entre los días 7 y 29 de ese mes- y que, en todos los casos, han necesitado ingreso hospitalizado. Entre los afectados, además, sólo uno no presentaba factores de riesgo (edad avanzada, ser fumador, padecer alguna enfermedad pulmonar crónica u obesidad…) que podrían complicar la legionelosis. Dos de los pacientes, eso sí, ya han sido dados de alta y el resto presenta una evolución positiva.

El protocolo activado por la dirección vasca de Salud Pública se ha traducido ya en la realización de la encuesta epidemiológica en todos los casos, una investigación que ha revelado que tres de los afectados viven en zonas «relativamente próximas» de la capital alavesa. En los últimos días se ha analizado asimismo los sistemas de refrigeración de edificios y establecimientos, así como fuentes ornamentales localizadas en el área donde se sospecha que podría estar el origen de esta infección. Además, se ha solicitado documentación sobre los tratamientos de limpieza y desinfección que serían necesarios.

Sin embargo, los análisis realizados hasta ahora han arrojado resultado «negativo» aunque la investigación todavía no ha concluido y continuará, por ello, el protocolo de actuación activado durante los próximos días.

Por vía aérea

La legionelosis es una enfermedad causada por la bacteria llamada legionella, que ‘vive’ en el medio natural, en la mayoría de las ocasiones en zonas húmedas como ríos o lagos. Destaca por su alta supervivencia en diversas condiciones físico-químicas hasta llegar, en ocasiones, a los sistemas de abastecimiento de agua de las ciudades e incluso se multiplica en función de la temperatura que presente el agua. Así, duchas o torres de enfriamiento de los sistemas de aire acondicionado son lugares propicios para su desarrollo.

La bacteria no se transmite de persona a persona sino por vía aéreamediante la inhalación de aerosoles contaminados por la legionella. Quien se contagia puede, en algunos casos, presentar síntomas similares a un síndrome gripal que no suponen peligro alguno para la vida del afectado y, en otras ocasiones, llegar a sufrir una versión más grave de la infección conocida como enfermedad del legionario, que incluye neumonía. En general, el periodo de incubación de la legionelosis oscila entre los 2 y los 10 días aunque en algunos brotes se ha extendido hasta los 14.

El tratamiento que reciben los pacientes consiste en la administración de antibióticos y, en los casos más graves, puede requerirse «soporte avanzado» en el hospital, explican desde Osakidetza. En 2018, según su estadística, se registraron 118 afectados por legionella en Euskadi -la tasa de incidencia es de 5 por cada 100.000 habitantes- y 18 de ellos se detectaron en Álava. En verano, por ejemplo, se produjo un brote en el spa del Bakh que afectó a media docena de personas y obligó a cerrar las instalaciones para su limpieza y desinfección durante varios días.

(Vía: El Correo)